Algunas aplicaciones de la Inteligencia Artificial, como las que llevan a cabo en Sadako Technologies, podrían ayudarnos en el desarrollo de una economía circular y la lucha contra el calentamiento global.
La economía lineal asume erróneamente que los recursos son ilimitados. Las materias primas se recogen de la naturaleza, se utilizan para fabricar bienes de consumo, y estos posteriormente son desechados en un ciclo poco eficiente que genera una cantidad de residuos difícil de gestionar. Por suerte, cada vez somos más conscientes del problema, y ello ha propiciado que caminemos, cada vez más, hacia una economía circular en la que los residuos que se desechan sin más en los vertederos se reducen al máximo.
En una economía circular, los bienes de consumo que han agotado su tiempo de vida útil regresan en forma de materiales recuperables aptos para el reciclaje, y vuelven a introducirse en el ciclo de producción.
A finales del año pasado, la Unión Europea presentó un paquete de medidas para acelerar la transición hacia una economía circular. Entre otros beneficios, las medidas podrían impulsar la competitividad a escala global, fomentar el crecimiento sostenible y crear empleos de trabajo estables y de calidad. Y si hablamos de costes, continuar con un modelo lineal sería, en realidad, más caro que al alternativa sostenible. Los cambios que requiere una economía de tipo circular supondrían para las empresas europeas un ahorro de 600.000 millones de euros.
Pero todavía estamos lejos de ese escenario. Pese al Paquete sobre Economía Circular de la Unión Europea, en el mundo se genera 1,9 billones de toneladas de residuos al año, de los cuales solo se recicla el 13 %. Son datos que reportan desde Sadako Technologies, una empresa que se ha propuesto hacer del mundo un lugar mejor aplicando la más avanzada tecnología a la recuperación de materiales en las plantas de residuos.
Wall-B, un robot separador de residuos con habilidades quasi humanas
A la gran cantidad de residuos que generamos se añaden las dificultades técnicas y el coste económico que supone recuperar los materiales aptos para el reciclaje mediante los procesos existentes y el personal en las plantas.
Sadako Technologies ha desarrollado Wall-B, un sorprendente brazo robótico industrial capaz de recuperar objetos sólidos valorizables, separándolos del resto de residuos. Entre los materiales que puede recuperar se encuentran latas de aluminio, bricks y envases de PET y PEAD.
Tres son las principales vertientes tecnológicas que hacen posible este sofisticado ingenio de la robótica:
- Inteligencia Artificial: para que un brazo robótico pueda realizar una tarea tan compleja como discernir entre diversos tipos de materiales en un entorno complejo y cambiante, debe tener capacidad de aprendizaje. Solo así puede realizar sus funciones en un medio en constante cambio. Wall-B puede aprender gracias a que incorpora los últimos avances en machine learning y deep learning, la tecnología que ha empleado Google, por ejemplo, para ganar al campeón del mundo de Go, un juego de mesa que requiere grandes dosis de estrategia e incluso de intuición.
- Visión por computador: no solo se trata de crear robots inteligentes, sino de lograr que se desenvuelvan en un entorno industrial (como una planta de residuos) como lo haría un operario humano. Para ello, Wall-B debe reconocer imágenes de una forma muy parecida a cómo lo hacemos los seres humanos. Solo así puede orientarse en el entorno.
- Un innovador sistema de agarre: Sadako ha desarrollado su propio mecanismo de agarre para separar residuos.
El Wall-B se instalan sobre la cinta transportadora de residuos y se pueden montar varios en línea, conservando cada unidad su autonomía operacional. Con su avanzada tecnología, el brazo robótico ayuda a los trabajadores de la planta y a la maquinaria existente a realizar una separación más eficaz y rentable.
Según cálculos ofrecidos por Sadako Technologies, con un objeto recogido cada 3 segundos, el robot Wall-B puede recuperar 200 toneladas de materiales valorizables al año, lo que supone unos ingresos de 100.000 euros anuales.
Sadako Technologies cuenta ya con un gran número de méritos y distinguidos premios. Ha recibido el sello de Pyme Innovadora otorgado por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España, así como el Seal of Excellence Certificate de Horizonte 2020. Recibió el Premio “R” de Ecoembes a la Mejor Iniciativa de Innovación y Emprendimiento (2015). Cuenta con el premio del GPU Early Stage Challenge de Nvidia, otorgado en Silicon Valley (2016).
Cada Wall-B puede ahorrar hasta 80 toneladas de CO2 al año gracias al reciclado de los materiales recuperados, el equivalente a 635 barriles de petróleo. ¿Cuántas emisiones de gases de efecto invernadero podría ahorrar una legión de estos robots trabajando de forma incansable en las plantas de tratamiento de residuos?