Son más económicas, ofrecen diseños vanguardistas, y son eficientes energéticamente; las casas sostenibles ayudan a ahorrar y a reducir las emisiones de CO2.
El cambio climático producido por el calentamiento global es, con toda seguridad, el mayor reto al que tendremos que hacer frente durante este siglo. Y los responsables somos, en gran medida, nosotros, los seres humanos. Las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero están detrás del calentamiento global, o al menos lo han acelerado a un ritmo vertiginoso. El pasado mes de febrero, el mercurio aumentaba en 1,35 grados por encima de la media del mes, batiendo el récord de subida de la temperatura desde que se tienen registros históricos.
Ante un problema como el cambio climático, que tiene lugar a escala planetaria, el ciudadano de a pie puede llegar a sentirse impotente. ¿Qué podemos hacer a escala individual para combatir el calentamiento global? Y lo cierto es que, a juzgar por los datos, podemos hacer mucho más de lo que podría parecer. Si asumimos los datos de Eurostat, del total de emisiones de gases contaminantes en Europa, el 19 % son de origen doméstico. En España la cifra exacta es de 18,5 %. Solo con el ahorro doméstico, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse considerablemente.
Pero además del ahorro, hay otro factor importante en la lucha contra el cambio climático por parte de los ciudadanos de a pie o las familias: la tecnología. Según un informe de BT, las soluciones tecnológicas podrían suponer una reducción de 1,5 gigatoneladas en las emisiones de carbono de la Unión Europea en 2030, el equivalente al 37 % del total de emisiones europeas durante el año 2012.
NOEM; las casas sostenibles y ecológicas del futuro
La construcción de edificios inteligentes es una de las áreas más prometedoras de las nuevas tecnologías aplicadas a la sostenibilidad. Pero ¿cuánto se puede llegar a reducir en emisiones de gases de efecto invernadero con este tipo de tecnologías?
NOEM, acrónimo de no emissions, fabrica y monta casas sostenibles de madera, que pueden ahorrar nada menos que entre un 85 % y un 90 % en emisiones de CO2 frente a las casas tradicionales.
Las piezas de las casas se fabrican en el taller, como si de una línea de montaje de automóviles se tratara, en un proceso que dura entre 10 semanas y 5 meses aproximadamente. Sobre el terreno, las casas se pueden montar en apenas 5 días.
Las viviendas pueden ser móviles o fijas, y son prefabricadas. Pero han sido diseñadas y preparadas para ser duraderas y para ofrecer las mismas garantías que una edificación de obra. Su diseño modular y sus tres diseños principales (Go, Stay y Concept) permite crear una gran variedad de espacios diferentes.
Los factores que hacen de las casas NOEM viviendas ecológicamente sostenibles son:
- Máxima eficiencia energética: necesitan menos de 15 kW por m2 al año para climatizarse.
- Materiales naturales: madera de pino y abeto pirenaico de una explotación sostenible para la estructura, lana de oveja como aislante… En definitiva, materiales ecológicos que garantizan la salubridad de la vivienda. Las casas sostenibles NOEM también minimizan las ondas electromagnéticas.
- Tecnología bioclimática: son casas completamente aisladas. Dotadas de toldos, pérgolas y otros elementos, ayudan a regular la climatización de forma natural. Incorporan un sistema de ventilación mecánica de doble flujo que preserva el frío o el calor comunicando el interior y el exterior de la casa. Además, el agua de lluvia se almacena y aprovecha para su uso en cisternas o para riego.
- Diseño personalizado: en NOEM se preocupan por conocer los gustos, hábitos y costumbres de los futuros habitantes de sus casas sostenibles para ofrecerles espacios altamente personalizados, en los que tareas como hacer la colada u ocuparse de la limpieza puede convertirse en una tarea optimizada gracias a una distribución determinada o unos materiales adaptados a cada cliente.
Las casas sostenibles NOEM representan un nuevo estilo de edificación inteligente que preserva el medio ambiente mientras ofrece a sus habitantes una notable reducción en costes de luz, agua o gas, y les permite disfrutar de un estilo de vida sano y confortable.
Ahora, gracias a la arquitectura bioclimática, puedes contribuir a salvar el planeta desde casa.